Cambiar el calibre de las cuerdas de tu guitarra
La guitarra genera muchas dudas, no solo a nivel de cómo tocar sino de qué juego de cuerdas poner. Una de las preguntas que hacen muchos alumnos/as es respecto al calibre de cuerdas que deben usar. En este artículo indicaremos las peculiaridades de usar distintos calibres y cómo influirá en tu instrumento, su sonido y forma de tocar. Los ejemplos están explicados teniendo en cuenta una guitarra eléctrica.
Básicamente cuando hablamos de calibre nos referimos al grosor que van a tener nuestras cuerdas. Normalmente, muchas guitarras (eléctricas) vienen de serie con un juego de cuerdas del calibre .09 (midiendo la primera cuerda, la más fina). La medición es en pulgadas, por lo que .09 es realmente 0,09 pulgadas.
Partiendo de esa medida, .09 en la primera cuerda, si queremos tener un grosor mayor pasaríamos a un juego de .010, 011, 012, etc. Y al revés, si queremos menor grosor pasaríamos a un juego de 08.
Si aumentamos el grosor el sonido va a tener más cuerpo y el tacto de la guitarra cambiará, será más «dura», mientras que si lo disminuimos el tacto va a ser más «blando». ¿Qué implicaciones va a tener eso en nuestra forma de tocar? Si vamos a hacer un «bending» (técnica de doblar la cuerda para subir el tono) nos costará más trabajo cuanto mayor sea el calibre del juego que estemos usando. Y al revés…un bending en una cuerda .08 se sentirá muy blando!
Con una buena técnica dará igual el calibre pero el cuerpo del sonido se sentirá con mayor solidez cuanto mayor sea el calibre.
También la cualidad del sonido cambiará un poco, ya que a mayor calibre añadiremos más «bajos» y si lo disminuimos el sonido tenderá a tener más «agudos».
Hay otra consideración a tener en cuenta al cambiar el calibre de una guitarra. Se supone que tu guitarra ya está ajustada de fábrica (cuando la compras), y esta viene con un calibre determinado que debemos conocer para cambiarlo por el mismo calibre cuando pongamos un juego nuevo de cuerdas. Pero si tu intención es cambiar el calibre hay unos detalles a considerar: la tensión que ejercen las cuerdas sobre el instrumento va a cambiar.
A mayor calibre, la tensión que generen las cuerdas en el mástil va a ser mayor, y al revés, a menor calibre, menor tensión.
Vamos a suponer que tenemos una guitarra con un calibre .09 y le ponemos un juego de cuerdas con calibre del .011. La tensión que las cuerdas van a ejercer sobre la guitarra será mayor. Habrá un mayor arco en el mástil por la mayor «fuerza» generada y habrá que hacer pequeños ajustes en el «alma» del mástil para compensar esa tensión (normalmente apretando un poco) y en el puente es posible que tengamos que ajustar la altura. Normalmente no suele ser muy problemático el cambiar a un calibre mayor y lo ideal sería no tener que tocar nada en el alma ni puente. Si no damos un salto muy grande en el cambio a un calibre mayor probablemente no debamos ajustar nada; por ejemplo si pasamos de .09 a .010. En el ejemplo propuesto, de .09 a .011 ya es posible que haya que hacer un mínimo ajuste.
En cambio, pasar a un calibre menor puede tener mayores implicaciones en el ajuste ya que es posible que además del ajuste en el alma o puente haya que hacer algún ajuste en los trastes al aparecer «cerdeos» (no siempre ocurre, depende de cuánto bajemos el calibre, tipo de guitarra, estado de los trastes, etc). Al poner un calibre menor, la tensión será menor y es posible que ya no podamos aflojar más el alma para evitar cerdeos que aparecerán al haber quitado el arco que tenía la guitarra en su ajuste de fábrica.
Por lo que si no quieres «problemas», lo ideal es mantener el calibre de tu guitarra y en todo caso, muchos guitarristas prefieren el sonido y tacto de un calibre de un mayor grosor, y en ese caso lo ideal es pasar al siguiente calibre de mayor grosor sin dar saltos (por ejemplo, lo ideal es pasar de .09 a .010) ya que a mayor salto el ajuste en tu guitarra será probablemente necesario, y a veces hasta un salto correlativo podría implicar un mínimo retoque en los ajustes.